¿QUIERES AYUDAR A TRANSFORMAR
LA VIDA DE MÁS PERSONAS
Y VIVIR EN EXCLUSIVA DE TU PASIÓN?

Accede gratis al mini-curso en audio “Más y Mejores Clientes”

para Coaches, Psicólogos, Terapeutas y Nutricionistas.

ME APUNTO
Cómo superar la autoexigencia para ser feliz con tu trabajo

Cómo superé la autoexigencia para ser feliz con mi trabajo

¿A menudo tienes la sensación de que no has hecho lo suficiente, de que tendrías que hacer más y no puedes parar de pensar en el trabajo?

Hoy quiero hablarte de cómo superar la autoexigencia y ser feliz trabajando en lo que te gusta.

Quiero compartir contigo mi experiencia personal en cuanto a esto de la autoexigencia porque es algo con lo que estoy lidiando en estas últimas semanas. Quería compartir los aprendizajes que estoy sacando de cómo lo estoy viviendo y de las decisiones que estoy tomando.

Aunque normalmente suelo hablar de temas de marketing y de cómo atraer clientes a través de internet a tu negocio de servicios, veo que estos temas que son más de mindset, de mentalidad emprendedora, también sirven para la gente que me sigue y por eso he decidido compartir esto que es muy personal. Es algo de mi experiencia personal y de lo que normalmente no suelo hablar porque para mí es bastante privado. Me cuesta bastante hablar de mí misma. Pero creo que, si te puede servir, vale la pena compartirlo.

Como ya te he contado en otros vídeos, estoy al cien por cien ahora centrada en la preparación de la segunda edición del Programa Atracción Online. Por cierto, si quieres ver de qué va el programa puedes encontrar más información en AtraccionOnline.com y puedes apuntarte a la lista de espera. Así tendrás acceso antes de que se haga el lanzamiento y tendrás un descuento especial. Cierro paréntesis.

Dale al play y te cuento lo que me ha pasado mientras preparaba el lanzamiento.

 

Estoy preparando el programa Atracción Online y me está llevando mucho esfuerzo, mucho tiempo. Son muchas horas de trabajo. Yo me puse como fecha hacer el lanzamiento antes de Semana Santa. Quería que cuando empezaran las vacaciones escolares, cuando mi hijo empezara vacaciones, estuviera hecho el lanzamiento y que los alumnos ya estuvieran dentro del curso y que tenerlo todo en funcionamiento.

Como quería hacerlo antes de Semana Santa, me planifiqué y me puse en el calendario qué tenía que hacer cada semana y cada día para llevarlo a cabo. Pero, entre temas personales, que mi hijo se puso enfermo unos días y que soy muy perfeccionista, de lo cual ya hablé en otro vídeo y lo he acabado gestionando de cierta forma para superarlo un poco porque me estaba encallando mucho… Por cierto, te recomiendo que veas el vídeo del perfeccionismo.

Total, que con todas estas cosas, me he acabado retrasando.

Lo que sucede es que, cuando eres emprendedor, cuando trabajas por tu propia cuenta, a veces se te puede ir un poco la olla y te acabas exigiendo demasiado, acabas haciendo cosas que si en una empresa te las pidieran quizás no las aguantarías.

 

Y eso es lo que me ha pasado a mí

Llegó un punto que me estaba empezando a quemar. Llegó un punto de agobio, de decir: “Es que tengo que hacer más, es que no llego, es que esto se tiene que hacer antes de Semana Santa y eso quiere decir que esta semana tendría que haber terminado esto, esto y esto, y voy súper retrasada”.

Todo esto me iba siempre por dentro de la cabeza y hacía que siempre estuviera agobiada, que no estuviera disfrutando de mi trabajo. Además cuando hacía las cosas no era tan creativa, no me fluían las ideas y tenía que repetir más las cosas.

Y por la noche no podía dormir bien. Me despertaba en medio de la noche y empezaba a pensar en el trabajo y era un agobio. Además cuando estaba con mi hijo no estaba presente al cien por cien, con lo cual tampoco lo estaba disfrutando.

O sea, no disfrutaba ni cuando estaba en el trabajo, porque pensaba que me faltaba mucho por hacer, ni cuando no estaba trabajando, porque me estaba machacando, estaba pensando que tendría que estar trabajando con todo lo que me faltaba por hacer. Llegó un momento en que estaba bloqueada, agobiada y que no podía más.

Además, como te decía, de tanto estrés, de tanta presión que me ponía, tampoco estaba dando lo mejor de mí misma. Las ideas no me fluían, no me podía concentrar, no estaba siendo todo lo creativa que yo podía ser. Así que tampoco estaba quedando muy contenta con el trabajo que estaba haciendo.

Y un día me di cuenta de que me estaba tratando a mí misma de forma muy dura. Al final trabajo por mi cuenta porque me gusta, no para pasarlo mal. Y también me di cuenta de que si lo estaba pasando tan mal, si me estaba quemando tanto, no iba a querer repetirlo, no iba a querer a hacer otro lanzamiento de un curso porque esto es tan doloroso que no quiero volver a repetirlo. ¡Y es mi trabajo! No puede ser que lo esté pasando tan mal.

Me di cuenta de que tenía que disfrutar por el camino, de que tenía que hacer el trabajo disfrutando, pero también tenía que descansar y disfrutar de mi tiempo libre.

 

Tenía que parar y hacer aquello que cuentan de ‘afilar la sierra para poder talar más árboles’

Entonces tomé la decisión de posponer la fecha del lanzamiento. Porque al final la fecha la había puesto yo, era algo que me había impuesto yo misma y que lo había dejado ahí fijo. Me había puesto una fecha súper rígida.

Al principio no quería ni pensar en ello. No, la fecha tenía que ser ésa. Pero luego pensé “Oye, ¿qué pasa si lo pospongo? ¿Se va a caer el mundo si lo hago después de Semana de Santa? Sólo depende mí.”

Así que lo que hice fue posponer la fecha del lanzamiento a después de Semana Santa y así tendría más semanas para prepararlo todo con más tranquilidad, para descansar, para disfrutar del tiempo libre, para dormir mejor y para hacer mi trabajo de forma más placentera y también dar lo mejor de mí misma.

Desde que lo decidí ya he ido tres días a pasear por la montaña, aprovechando que vivo en un pueblo y que estoy en frente de la montaña, que es lo que a mí me gusta. Ahora tengo agujetas en las piernas pero la mente mucho más despejada.

Si a ti te está pasando algo parecido te recomiendo que pares un momento, que respires, que reflexiones, que pienses por qué y para qué te dedicas a tu profesión y que te trates bien.

Que bajes el listón de tu autoexigencia y que disfrutes más con tu trabajo, que al final para eso es para lo que te dedicas a lo que te dedicas y por lo que no trabajas para una empresa ¿verdad?

Y hoy más que nunca te pido que me dejes un comentario aquí debajo y que me cuentes cuál es tu experiencia con la autoexigencia, cómo lo gestionas, cómo lo vives.

Yo he querido compartir mi experiencia por si te puede ayudar a ti, pero también me iría muy bien que tú compartieras cómo lo vives y cuál es tu experiencia. ¡Gracias!

WordPress › Error

Ha habido un error crítico en esta web.

Aprende más sobre el diagnóstico de WordPress.