Cómo superar el miedo a la cámara en 3 pasos

Cómo superar el miedo a la cámara

¿Te incomoda grabarte en vídeo? Sabes que te iría muy bien para atraer clientes por internet pero, ¿te pones nervioso delante de la cámara y sigues evitándolo?

La mayoría de mis clientes, psicólogos, terapeutas o coaches, cuando llegamos al punto de publicar vídeos en Youtube y en redes sociales me dicen que saben que necesitan hacerlo, incluso que quieren hacerlo, pero que les cuesta mucho.

Se ponen muy nerviosos, se quedan en blanco, ponen cara de susto, no les gusta cómo se ven o la voz que tienen. Les da vergüenza que sus familiares y conocidos les vean, o tienen miedo de qué pensarán sus colegas de profesión.

Hay personas que se transforman cuando aparece una cámara. Pueden estar tan tranquilas y cuando ven una cámara de repente se quedan serias, no saben cómo ponerse ni qué hacer con las manos.

Así que siguen posponiendo los vídeos.

Tras años de trabajar con mis clientes he descubierto que el bloqueo más grande viene por no gustarse cuando se ven. Se ven raros, no se reconocen.

Uno mismo no está acostumbrado a verse. Pero para las personas que te ven eres una persona normal hablando. Cuando hablas con un cliente en persona o por vídeoconferencia te ve así y no piensa nada malo, simplemente te escucha y habláis, ¿no?

Pero tú sueles verte un momento cuando te miras en el espejo, quieta o quieto, te arreglas el pelo para que te quede ideal y encima pones tu mejor cara. No estás hablando y gesticulando. Cuando te ves en vídeo no reconoces esos gestos o no te gustan. Si estuvieras todo el día con un espejo delante te acostumbrarías a verte.

Además, a la mayoría de la gente tampoco le gusta su voz cuando la escuchan grabada. Tu voz te suena rara porque en tu día a día tú te escuchas desde dentro de tu cabeza. De hecho tú escuchas una mezcla entre el sonido que emites hacia afuera y lo que resuena dentro de tu cráneo.

Por eso el sonido que tú reconoces como tu propia voz es ligeramente diferente a cómo lo escuchan las otras personas. Y cuando escuchas una grabación lo primero que piensas es “Mi voz no suena así, ese cacharro la distorsiona”. Y lo cierto es que a las demás personas les suena como tu voz normal.

Teniendo todo esto en cuenta quiero recomendarte 3 pasos para superar esa aversión a grabarte en vídeo. Dale al play para descubrirlos.

 

 

1. Acostúmbrate a verte grabado

Grábate y mira el vídeo. Acostúmbrate a verte, a tus gestos, a escuchar tu voz y tu entonación. Piensa que la primera vez que te grabes será la peor. Desde ahí solo te queda mejorar.

Grábate solo por practicar, como un juego, pensando que no lo vas a publicar. Eso te quitará mucha presión y además te servirá para conocerte y hacerlo cada vez mejor.

Si hay algún gesto que te disguste, podrás tomar nota y evitarlo en las siguientes grabaciones.

 

2. Habla a alguien concreto

Imagina que detrás de la cámara hay una persona concreta. Habla como si se lo explicaras a un cliente, o a un amigo.

También puedes ponerte una foto de esa persona detrás de la cámara para que te ayude a tener la sensación de estar hablando con ella. O incluso pedirle a algún familiar o amigo que esté presente mientras grabas para hablarle directamente y que el vídeo quede más natural.

 

3. Prepara un guion

Escríbete un guion con todos los puntos que quieres tratar, pero que no sea muy extenso, detallado y rígido.

Cuanto más hayas escrito más te costará grabar el vídeo porque querrás decir las cosas como en el texto y no dejarte nada. Mi recomendación es que anotes las 2 o 3 ideas que quieres explicar y las desarrolles sobre la marcha. Como si fuera una conferencia o una consulta con un cliente.

 

En definitiva, la clave para superar esos nervios es dejar de pensar en tu aspecto y en cómo te sientes, y centrarte en el mensaje que quieres transmitir.

Cuando dejas de poner tu atención en ti y te centras en lo que quieres explicar y en que la persona que tienes enfrente te entienda (aunque solo te la estés imaginando), tu nerviosismo disminuirá.

Cuanto más practiques, mejor lo harás. No es posible hacerlo como un presentador de la tele el primer día que te grabas. Necesitas un aprendizaje. Y eso se logra haciéndolo. Con el tiempo irás mejorando, sintiéndote más cómodo delante de la cámara e incluso llegarás a disfrutar viéndote en la grabación.

Después de conocer estos tres trucos, ¿crees que es momento de empezar a grabarte para promocionar tus terapias? ¿Qué crees que te está frenando a subir contenido en vídeo?

Cuéntamelo todo en los comentarios.