Cuando inicias un negocio lo habitual es que lo hagas todo tú. Explicaba esto al principio del artículo que escribí hace unos años “Emprender, ¿por dónde empiezo?”. No comiences a añadir gastos fijos importantes, como sueldos de empleados, antes de tener ingresos. Aún sigo pensando esto, pero no creo que sea bueno que lo hagas tú todo. Con el tiempo he ido cambiando mi forma de ver los negocios de profesionales independientes, autónomos o de personas que trabajan principalmente a través de internet, como es mi caso.
Llega un momento en que tú eres el mayor obstáculo para el crecimiento de tu negocio, tú eres el cuello de botella que impide que tengas más clientes. Porque, aunque trabajaras 24 horas, el día no da para más. Y tampoco creo que empezaras tu negocio para trabajar a todas horas. Está muy bien aprender de muchas cosas distintas para saber que existen y lo que se puede hacer con ellas. Pero no necesariamente tienes que saber en detalle cómo se hacen. Puedes delegar.