Después de mi último artículo, donde hablaba de especializarte para destacar entre la multitud de profesionales, he recibido muchos mensajes, tanto por email como a través de redes sociales, con dudas y preguntas al respecto. Por eso he decidido escribir este artículo a modo de aclaración.
Cuando acepta la idea de especializarse, el siguiente paso que suele dar un terapeuta, psicólogo, coach o nutricionista es pensar en qué se puede especializar.
Entonces me mira con cara de “¡Eureka!” y me dice que se está sacando (o lo va a hacer) un título de no-sé-qué y que será especialista en eso.
Así hay personas que me dicen que son especialistas en tapping, EMDR, coaching sistémico, nutrición ortomolecular o reiki angélico.
Mal. Lo siento, pero mal. Y te explico por qué.