Lo que mi carnicero sabe de fidelización de clientes

Lo que mi carnicero sabe de fidelización de clientes

¿Tu carnicero sabe cómo te llamas? El mío sí. Cuando voy con mi hijo, Xevi, mi carnicero, suele darle unos trocitos de fuet. A veces me regala croquetas, lasaña o alguna otra cosa para que la pruebe. Me prepara la carne rebozada al momento del trozo que yo le pida y, cuando tiene algo especial, me avisa para que lo pruebe.

A veces hago el pedido por email o por teléfono y paso a recogerlo sin tener que hacer cola o Xevi me lo trae a casa él mismo, y eso que vivo fuera de la ciudad.

Además de todo esto, la carne es buena y Marta, la mujer de Xevi, hace unas croquetas y unos canelones deliciosos. Es decir, que la calidad es buena, pero la atención al cliente lo es más.

Podría parecer que esto sólo se puede hacer en una carnicería de pueblo y si tienes relativamente pocos clientes, pero la tienda está en una ciudad. Empecé a ir a esta carnicería porque una vecina me la recomendó cuando vivía en Girona y, ahora que vivimos fuera, sigo yendo. Me tiene bien fidelizada.

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